La historia de este libro nos presenta a su alteza real el príncipe Maximus Benjamin, es el segundo en la línea sucesoria y lo único que hace es meterse en líos, un príncipe Harry de Inglaterra. No le importa el trono, ni las riquezas, ni nada. Él solo quiere juerga. Su hermano: Xavier es el heredero al trono. Su historia empieza cuando no deja de meterse en líos y su madre la reina decide contratarle un equipo de seguridad, unos guardaespaldas para tenerlo vigilado. Ahí conoce a Lua, Luana Costa es la hija de Carlo y el jefe de la empresa privada de los guardaespaldas. Ella será la guardaespaldas personal del príncipe. Pero, se sienten atraídos que tiemble la prensa.

La estructura es la siguiente son un total de veintitrés capítulos y un epílogo.

La narración es en primera persona, narrado a dos voces, serán Max y Lua quienes nos den las perspectiva de la historia. Tal y como pasa en la bilogía Juegos peligrosos, hay varios saltos temporales.

El lenguaje es preciso, sencillo, muy ameno y tiene una voz narrativa profunda y ligera.

Los personajes son los dos protagonistas: Lua y Max

Lua es guardaespaldas, empresa y cargo que heredará de su padre. Su madre es una guerrillera, una protestante y es capaz de hacer de todo. Con esta familia, ella solo se debe a su trabajo. Su vida sentimental no quiere que sea tanto caos como la de sus padres por lo que busca una estabilidad. Todo cambia cuando se vuelve la guardaespaldas de su alteza real.

Max es el príncipe. Él no quiere el reinado, sabe que su hermano Xavier lo heredará. Solo se mete en líos, pero todo cambia cuando su guardaespaldas entra en su vida. Hará todo lo posible para que no salga de ella, aunque sus obligaciones reales sean más fuertes.

Mi valoración final es la siguiente: Es un libro de Jess GR. Pero, en esta novela se veía venir lo que iba a ocurrir. Un príncipe rebelde que no quiere el trono y su guardaespaldas, una mujer. Rompiendo los esquemas, ella se debe a su puesto de trabajo y él no puede abandonar a su reino, por las obligaciones reales. Me ha gustado un montón. Es un libro entretenido, ameno, me ha durado dos tardes y las ILUSTRACIONES de la novela son PRECIOSAS. No se convierte en mis favoritos de la autora, me sigo quedando con RYDER, pero no ha estado mal. Un poco de escándalos reales nos venía bien.

Mi puntuación es de cuatro estrellas sobre cinco.