Mi nombre es Andrea Hudson y vivía en un barrio situado a las afueras de una ciudad cualquiera frente a un puerto de mercancías, aunque eso no tiene mucho que ver en este relato. Aquí, entre estas páginas, lo que vas a encontrar son dos historias. Primero, la historia de cómo me di cuenta de lo que era y no era amor, el verdadero amor. Segundo, la historia de una bonita amistad y de cómo me di cuenta de lo importante que es esto en la vida. Mucho más que el amor, que la salud, que el dinero. Aunque eso no es todo, si queréis tópicos de novelas adolescentes, también los hay: tenéis al capitán del equipo de fútbol americano, que es un idiota de campeonato. Tenéis la historia de amor que sale bien. La que sale mal. Tenéis lágrimas. Tenéis risas. Y tenéis bailes de instituto, ¿a quién no le gusta eso? Pero lo más importante: tenéis personajes que os robarán el corazón.

Nick y Alice son un matrimonio al que la vida le sonríe. Tienen un negocio en auge, una hija maravillosa y una economía saneada.
Su vida sexual es activa y satisfactoria, pero Alice quiere más.
Más pasión, más placer.
Por eso se adentra en las profundidades de un club de sexo llamado El Jardín de las Delicias. Allí hará realidad muchos de sus deseos ocultos.
Sin embargo, hay límites que no se deben traspasar, fantasías que no se deben cumplir y lugares en los que no se debe entrar.

Ser acechadora en Orbe Novum nunca fue sencillo, pero ahora es una profesión que sólo escogen los imprudentes o aquellos que sienten un deber moral. 

En ambos casos, esa soy yo. 

Mi trabajo consiste en perseguir a los delincuentes más violentos y ejecutarlos de forma discreta. Y aun así, mi mayor quebradero de cabeza se llama Eleanor: una hermana impulsiva y alocada cuyo problemático secreto está a punto de ser revelado. Esto sólo me deja dos opciones. La primera implica descubrir a quien está hackeando las emociones y con ello demostrar mi valía para ganarme el favor de nuestro Gobierno; la otra, en cambio, es mucho más radical y destructiva. Por suerte, Zeian está conmigo.

Se dice que los grandes cambios comienzan con un pequeño paso; el que yo di, sin saberlo, fue literalmente un salto al vacio.

Pablo Recondo lleva la mayor parte de su vida encerrado en casa y entregado a las teorías que ya en el instituto le ganaron el apelativo de "El Noias".

Pasa sus días entre un blog para "conspiranoicos" y sus redes sociales, donde solo mantiene contacto con Gloria, su única amiga, aunque nunca se hayan visto.

Un día cualquiera, Gloria deja de responder a sus mensajes. Como buen paranoico, Pablo sabe que algo malo tiene que haber sucedido. Por primera vez en años, saldrá de casa para tratar de dar con ella, pero no imagina que deberá lidiar con toda suerte de traficantes y otros delincuentes, con la única ayuda de un detective privado en el que no sabe si puede confiar.

Siberia. Novyy, 1907. El ataque repentino de un monstruo desconocido sacude los ánimos aletargados de toda la región. Solo los pescadores siberianos, empujados por la épica y los ánimos de lucro, se atreven a aventurarse en su caza, iniciando una temeraria persecución hasta los confines del mundo conocido.

Más Allá de Kara es una monumental obra que hunde sus raíces en la tradición narrativa de los grandes géneros de novela negra y aventuras. En esta oda de hielo y nostalgia, el autor nos presenta la historia de un héroe anónimo, la historia injustamente olvidada de una persecución contra el orgullo, la terquedad, el paso del tiempo y el propio instinto de supervivencia.

Alexey Domitrievsky, un viejo pescador siberiano, parte hacia los glaciares desconocidos del mar de Kara (uno de los mares más fríos, oscuros y desconocidos del planeta) en busca de un ser monstruoso sobre el que pesa una cuantiosa recompensa. Emprenderá esta odisea más allá de los glaciares a lomos de una pequeña barcaza de vela, acompañado únicamente de un perro esquimal, enfrentándose cara a cara al pulso vivo de la Naturaleza ártica.

Judith aún podía sentir el roce de sus labios cuando la besó. No debió escapar, pero era eso o contestarle con la verdad.
Todavía no estaba preparada para ponerse delante de él y decirle que sí, que ella fue esa mujer destrozada el día de su boda.
¿Sería capaz algún día de contarle lo que realmente le hacía daño?
Una vez creyó que jamás podría olvidar su voz y ahora eran sus ojos los que inundaban su mente.
Estaba perdida en su mirada, en su recuerdo. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, deseaba seguir así. ¿Estará Hector dispuesto a mantener esa distancia?

Solo cuando supo lo que tanto temía, fue capaz de ver la realidad. Jamás iba a ser la misma y, hasta sacarle una sonrisa, iba a ser una tarea difícil.
Pero cuando se tiene a la persona que más ama en el mundo, todo iría bien, ¿no?
Como siempre, estaba equivocada, pues él ya lo tenía decidido; no iba a estar con ella. Ese día todo cambió, hasta el punto de vivir en un infierno del que no sabía cómo salir. Judith solo pedía un poco de felicidad y con el paso del tiempo lo estaba consiguiendo, hasta que…
Un golpe, un sueño y el sonido de una voz agradable le hacía creer que no todo estaba perdido. Otra persona, alguien del que solo sabía que tenía la voz más bonita que había escuchado jamás.
Porque solo cuando crees que todo puede cambiar, es solo porque no hay nadie más.