Título: La danza de las abejas
Autoras: Eva M. Soler e Idoia Amo
Editorial: Colección Mil Amores
Nº de páginas: 325
Género: romance
«Montana, los setenta y el zumbido de las abejas de fondo,
porque ¿puede ser el amor más dulce que la propia miel?».
Tras recuperarse de un accidente, Bella toma una decisión sobre su futuro de
una forma insó se deja guiar por el vuelo de una abeja.
El amor que siente por estos insectos, aprendido desde niña gracias a su madre,
dibuja su camino hasta Big Timber, un pequeño y aislado pueblo en Montana.
Bella busca rehacer su vida, y no tarda en encontrar trabajo en la granja de
miel que abastece al pueblo y los alrededores. Allí conoce a Grayson, el dueño
del negocio y un hombre poco comunicativo que no está acostumbrado a
socializar.
Pero Bella esconde algún que otro secreto que puede poner en peligro su nueva
vida…
Un viaje a los años setenta, un lugar alejado de la civilización, la dulzura de
la miel y una historia de amor con el zumbido de la danza de las abejas de fondo.
Como ya os podéis imaginar soy una gran lectora de Eva M
Soler e Idoia Amo. Ambas para mí son mis autoras de cabecera. No por ello, mi
reseña no va a ser sincera, todo lo contrario, la sinceridad ante todo
siempre.
La historia de esta novela tiene como protagonistas a unas
abejas. Es la realidad, porque en este contexto nos presentan a Bella que se va
del hospital tras haber tenido un accidente y al dirigirse a la estación, busca
un lugar a dónde ir. Es ahí cuando una abeja se posa en el destino: Montana y
ahí es a dónde va. Llega a Big Timber con una mochilita pequeña con cuatro
cosas y un poco de dinero. Allí, se queda en un hostal y pregunta dónde puede
trabajar. El dueño de la granja de miel: Grayson es un hombre huraño, pero no
dudará en ayudar a la jovencita.
La estructura es la siguiente, son un total de veinte
capítulos de extensión media. Aunque se lee en un suspiro. Me ha durado unas
horas, nada más.
La narración es omnisciente, es en tercera persona. Es un
narrador externo quien nos cuenta la historia de Bella y de Grayson.
El lenguaje es sencillo, juvenil, intrigante y muy ameno.
Porque la narración de las autoras es impecable.
Los personajes son los dos protagonistas: Bella y Grayson
Bella es una chica guapa con su luz apagada. No sabemos la razón
real por la que se escapa del hospital casi hacia el final del libro. Busca un
refugio y al ver a una abeja posarse en el destino: Montana, decide ir hacia
allí sin duda alguna. Guarda muchos demonios, tiene miedo y solo busca un
refugio en las abejas porque a su madre no le hacían daño y es el recuerdo que
tiene de ella.
Grayson es un hombre huraño por lo que le ha tocado vivir.
Es exmilitar, ha estado en Vietnam y la guerra no deja indiferente a nadie. Él
solo quiere tranquilidad y no quiere que nadie se entrometa en su vida, ni con
sus abejas. Pero hay algo en Bella que hace que la quiera proteger.
Mi valoración final es la siguiente: Es un libro que trata
el maltrato tanto psicológico como físico, también trata la vida en una granja
y la búsqueda de una nueva vida. Lo más bonito es la presencia de las abejas y
el rol que tienen durante todo el libro, sobre todo al final, casi en modo de
metáfora. Bella necesita ayuda y Grayson, aunque no lo crea, compañía. Ambos se
necesitan sin saberlo. La dulzura de la miel y la danza de las abejas serán el
escenario perfecto de esta historia tan especial. La he disfrutado un montón,
porque nunca vi venir el plot twist del final en ningún momento, se veía venir
que ella escondía algo, pero no lo que realmente escondía. Un aplauso a las
autoras una vez más que se lo merecen.
Mi puntuación es de cinco estrellas sobre cinco.
