La historia nos presenta de nuevo a dos personajes que ya hemos conocido en el libro anterior: Jugando con fuego. (Os dejo la reseña bajo el título.) 

Debo advertir que este libro es la continuación de: Jugando con fuego, una serie llamada: Juegos peligrosos que termina con este volumen: Se acabó el juego.

La historia nos hace regresar a la vida de Izzy y Kai, ahora como marido y mujer, con dos hijos: una adolescente y un niño. Vemos como nuestros chicos de la universidad han madurado y ahora tienen una familia. Él ha llegado a lo más alto en la NBA, pero una lesión cambia su vida de un día para otro y se en casa con sus hijos. Ella aprovecha para luchar por ser una arquitecta de éxito. El problema: las continuas ausencias de ella en casa. Cuándo se trataba de él no importaban, pero parece que ahora sí.

La estructura es la siguiente: están divididos en partes o capítulos y todos tienen un título.

La narración es en primera persona. Unos capítulos los narra Izzy y otros Kai.

El lenguaje es más adulto que el anterior, la forma de narrar de Jess es atrapante y muy amena.

Los personajes son Izzy y Kai.

Izzy es una madraza y la mejor amiga y esposa de Kai Flame. La señora Flame es arquitecta y trabaja muy bien. Tras la lesión de Kai, ve que ha llegado su hora de dedicarle más tiempo al trabajo. Se debate entre la vida y el trabajo continuamente.

Kai es la estrella de los Drizzlies. Tiene ya una edad que para un jugador de élite es algo arriesgada. Debido a una lesión, deja de jugar y quiere que su mujer viva su sueño, mientras él cuida de sus dos hijos: Mily y Charlie.

Hay un tercero en discordia que es Alex, el jefe de Izzy. No hace falta que añada más.

Mi valoración final es la siguiente: Es un libro que nos demuestra cómo un romance que pasó de la amistad al amor, perdura en el tiempo. La historia de adultos de Izzy y Kai se tienen que enfrentar a su vida en familia, numerosos problemas porque él tiene que dejar la NBA por una lesión y ella vuelve a progresar en su trabajo. Nos hace ver la vida en familia y pocos libros lo hacen, porque normalmente se centran en el idílico romance y ya. Jess va más allá y eso es lo que me ha gustado de la historia. Porque la empecé a leer con miedo a que no me gustara, al ser una continuación, pero,  todo lo contrario. Me ha gustado bastante y me ha sorprendido.

Mi puntuación es de cuatro estrellas sobre cinco.