Antes de nada, quiero agradecer el envío del ejemplar por parte de la editorial.

La historia nos presenta a un hombre arrogante que no quiere cumplir con su deber dinástico. Todo un duque de HASTINGS. Pero, en vez de que sea él quien se oponga a todo y no quiera casarse. Él quiere encontrar una mujer dócil, solo quiere casarse y conseguir un hredero. Pero desde luego, un beso tiene consecuencias. Sobre todo si hay un seto y una ramita está en tu voluptuoso peinado. Si es que… Ella le rehúye, pero él quiere que esté a su lado…

La estructura es la siguiente. Son un total de dieciocho capítulos de extensión media.

La narración es omnisciente y es un narrador externo quien nos cuenta la historia.

El lenguaje tiene el toque Bridgerton, pero sin Lady Whistledown. Es un romance de época.

Los personajes son Livia y Gabriel

Livia es maravillosa. Una mujer fuerte y valiente, aunque ella no se lo crea y con unos valores y principios maravillosos. Cariñosa, de buen corazón, inteligente, lista y avispada y con un sentido del humor maravilloso. Las mayores carcajadas las he soltado con ella.

Gabriel es el otro protagonista, es el perfecto anti-héroe. En un principio él y Livia parecen polos opuestos, pero a lo largo del libro nos iremos dando cuenta de que son mucho más parecidos de lo que ellos creen. Almas gemelas.

Hay más personajes como la abuela Penhallow.

Mi valoración final es la siguiente: Hacía un año que no leía este tipo de novelas y desde los Bridgerton que no me enganchaba ninguna. Es el inicio de una saga prometedora. Livia es una mujer fuerte y luchadora, aunque también tiene sus miedos. Gabriel me ha recordado un poco al duque de Hastings. Es un libro que mientras esperamos a la segunda temporada de los Bridgerton en la televisión, pues es un gran entretenimiento. Es un libro de romance de época que se lee bastante rápido y donde los personajes enganchan mucho.

Mi puntuación tres estrellas y media porque no supera a los Bridgerton, pero tampoco estuvo del todo mal.