La historia nos presenta a Paula que nunca imaginó que las tres cosas más trascendentales de su existencia serían un vestido de novia demasiado estrecho, un túper de croquetas y un mensaje de su novio anulando su inminente boda. Su vida se ha desmoronado y el único lugar en el que se siente a salvo es en el pequeño pueblo costero en el que pasó su infancia y los veranos de su adolescencia. Volver allí significa cerrar heridas, pero también abrir otras.

Todo sigue igual, al menos en apariencia. La cala, el faro, el pinar. Mario.

Volver es revivir su primer beso. Su primera decepción. La única decisión que realmente tomó sola. O tal vez no.

Mario ha decidido cumplir uno de los sueños que Lucía no tuvo tiempo de alcanzar, mitigando así el dolor que dejó su partida. Pero cuando Paula aparece de nuevo en su vida para desordenarlo todo se da cuenta de que su corazón está más roto de lo que creía.

Paula, Mario y Lucía. Tres amigos, Tres corazones. Tres maneras de amar.

La estructura está dividida en veintidós  capítulos y un epílogo.

La narración es en primera persona.

El lenguaje es es directo, claro, conciso y sobre todo muy trabajado en torno a día a día. 

Mi valoración final es la siguiente: Es una novela de Noa Alférez. Ha sido mi primera vez leyendo a la autora en este registro. Creo recordar que la había leído antes en un relato. La trama engancha porque quieres descubrir qué va a pasar después de que las croquetas arruinaran su boda. Ella regresa al pueblo. Paula es vulnerable y algo inmadura. Mario es un poco hermético porque aún está curando sus heridas. Lucía es esa amiga. Lo que más me ha gustado ha sido la ambientación, la trama y los personajes. Es una curita para el alma que se lee fácil.