La historia nos presenta a Kira North que no soporta la navidad, pero acaba de adquirir un nuevo negocio: una granja de árboles de Navidad en un pueblo. 

Bennett Ellis se encuentra de vacaciones en Dream Harbor, descansando e intentando dejar atrás su deseo constante de arreglarlo todo. Pero, gracias al destino, Ben queda atrapado bajo un manto de nieve en la granja de Kira y, pese a la actitud cascarrabias de ella, con el brillo de las lucecitas que titilan en los árboles y la promesa de un chocolate caliente, quizá, solo quizá, estas dos almas perdidas vivan una Navidad que les resulte imposible de olvidar...

La estructura está dividida en veintiocho  capítulos.

La narración es en tercera persona.

El lenguaje es es directo, claro, conciso y sobre todo muy trabajado en torno a día a día. 

Mi valoración final es la siguiente: Es una novela navideña total. Es el tercer volumen inspirado en el pueblo de Dream Harbor. No he leído los anteriores pero todos me llamaron la atención. Este en concreto al tener el espíritu de la navidad en él pues tenía más ganas aún de hincarle el diente. En este libro conocemos a Kira que abre su granja de árboles de navidad. Y a Bennet dispuesto a ayudarla tras quedarse atrapado. Hay un forced proximity. El pueblo donde se ubica es ideal, La trama engancha, no se hace pesada. Y es bonito.