La historia nos presenta a Maddie y a Ryan. Y lo mejor de todo: un sport romance. 

Madyson War es inteligente, metódica, decidida, orgullosa, segura de sí misma, bastante cabezota y también... la primera mujer con la posibilidad de convertirse en la entrenadora jefa de un equipo de fútbol americano profesional de la NFL.
Es el sueño de su vida y una oportunidad que no piensa dejar escapar, a pesar de que ni la afición ni la prensa ni los propios jugadores la quieren en el puesto y están dispuestos a todo para hacerla renunciar.

Ryan Hart es el quarterback titular de Los Lobos de Nueva York. Un jugador carismático, popular, impulsivo y entregado que no ha tenido una vida fácil cuya única obsesión es ganar y que está convencido de que esta temporada puede ser su oportunidad...
Al menos hasta que aparece Madyson Ward, la «entrenadora» de la que se avergüenzan y a la que ni él ni su equipo pueden soportar.

La estructura es la siguiente: están divididos en capítulos.

La narración es en primera persona. Narran ambos protagonistas Maddie y Ryan.

El lenguaje es new-adult, claro, conciso. Y la pluma de Andrea es muy ella, muy divertida, hay situaciones de reírse y mucho. 

Los personajes son Maddie y Ryan. 

Madyson War es inteligente, metódica, decidida, orgullosa, segura de sí misma, bastante cabezota y también... la primera mujer con la posibilidad de convertirse en la entrenadora jefa de un equipo de fútbol americano profesional de la NFL.

Ryan Hart es el quarterback titular de Los Lobos de Nueva York. Un jugador carismático, popular, impulsivo y entregado que no ha tenido una vida fácil cuya única obsesión es ganar y que está convencido de que esta temporada puede ser su oportunidad...

Mi valoración final es la siguiente: En El último touchdown conocemos a Andrea López en su faceta de Sport Romance. La historia es adictiva y vemos como la autora arriesga un montón poniendo como entrenadora jefa a una MUJER en un equipo de fútbol americano profesional de la NFL. Madyson lucha por lo que quiere. Aunque, conoce al otro protagonista: Ryan, el quaterback del equipo. Su única obsesión es ganar. Ninguno del equipo confía en ella. Viviremos una lucha en el equipo. Muchos partidos y sobre todo situaciones personales no muy fáciles de dirigir. Y obviamente hay romance y es un slow burn... De estos que te dejan sin aliento.