Nunca quise saber nada de hombres ricos.
Ni de sus trajes carísimos, ni de sus sonrisas de anuncio, ni de sus egos tamaño XXL.
Y, sin embargo, ¡hola, James Tolliver!
Dueño de una lujosa cadena de hoteles, heredero de un apellido que abre puertas y rompe corazones… y el hombre con el don mágico de sacarme de quicio en menos de tres segundos.
Él piensa que soy una manipuladora con acento de barrio. Yo pienso que es un capullo con corbata. Y, aunque los dos tengamos algo de razón, cada vez que discutimos las miradas se prolongan demasiado, los silencios se cargan de electricidad, y empiezo a preguntarme si me apetece más besarlo o empujarlo por las escaleras.
¿La guinda del pastel? Puede que sea el padre de mi sobrino. Sí, ese terremoto adorable al que crío como si fuera mi propio hijo.
Entre secretos familiares, un orgullo mal gestionado y una atracción imposible de ignorar, solo queda una pregunta: ¿y si el enemigo no es tan enemigo después de todo?
Una comedia romántica enemies to lovers llena de rivalidades, una química explosiva y un amor que aparece cuando menos te lo esperas, pero cuando más lo necesitas.