Desde que he conocido a Arianne por redes sociales he leído todas sus novelas. Desde Protectores, Prodigios y a Una sirena en Hawaii. Todos publicados en formato digital con Ediciones Kiwi. En este libro Arianne se lanza a la autopublicación. Y ya te daré un abrazo enorme en Enero por haberlo hecho posible. ¡Gracias!

La historia nos presenta una historia de amor, como si fueran los de “Enamorada del mejor amigo de mi hermano” Pero en este caso son dos hermanos adoptivos que se aman. Aunque sepas por donde va a ir la historia, es muy bonita y quieres seguir leyendo para descubrir qué va a suceder. Es lo que más me gusta de un libro. Nikander son entrañables. Cada uno tiene sus dudas y al principio te das cabezazos porque al saber el punto de vista de ambos, te gustaría jugar a ser su celestina.

La estructura son un total de veintinueve capítulos, aunque insisto no es una extensión muy larga para este tipo de libro en el que las páginas se pasan solas.

La narración es a dos voces. Es algo ya característico de la autora y desde mi punto de vista la mejor opción. Por eso, unas partes las narra Ander y otras Nikanor.

El lenguaje es juvenil, la pluma de Arianne está muy cuidada. Nos relata sus experiencias y sus sentimientos como si fuéramos nosotros los que los estamos viviendo.

Los personajes son los dos protagonistas: Ander y Nikanor.

Ander es un osito de peluche al que proteger a toda costa. Es el hijo biológico de los padres y quien espera a Nik siempre, con los brazos abiertos. Le quiere un montón y es a medida que a creciendo que se da cuenta de que lo que siente por Nik no solo es amor fraternal.

Nikanor no cree en sí mismo. Desde que ha llegado a casa de Ander, lo ha visto como un niño al que cuidar y su persona favorita en el mundo. Pero, cuando crece, se da cuenta de que lo ama. Por eso huye sin mirar atrás. Nik es el chico de las dudas y se flagela con todo lo que hace.

Por otro lado, tenemos a Martha la amiga de Ander, que si digo la verdad me hubiera gustado más que fuera la tercera en discordia y que tuviera un poco más de peso. Pero, no ha hecho falta porque con ellos dos es más que suficiente.

Mi valoración final es la siguiente: Es la cuarta novela que leo de Arianne y no dejaré de leerla. En esta ocasión nos trae algo muy diferente, una historia de romance. Es diferente, nos deja el corazón caliente y unas ganas de achuchar a los personajes. De todas sus historias es la más diferente. Me hubiera gustado un poco más de peso en la trama por parte de los secundarios, porque el conflicto en realidad se soluciona rápido. Pero, nada más. Sigue escribiendo Arianne, nos quedan muchas historias aún por descubrir.

Mi puntuación es de cuatro estrellas y media sobre cinco.