Alma sabe muy bien qué es lo que quiere. Y ahora mismo lo que quiere es una cita con César, el chico que le gusta. El problema es que él se lo ha propuesto el mismo día que se va de vacaciones a San José, por lo que sus ilusiones se rompen en pedazos.
La perspectiva de pasar un mes entero con sus padres, sola, rodeada de arena y mar, y sin cobertura para hablar con sus amigas, no es precisamente algo que la vuelva loca de alegría. Sin embargo, todas sus expectativas dan un giro radical cuando conoce a Aimé, un chico que adora el surf y la playa.

¿Conseguirá que olvide sus ganas de volver a la ciudad?

Antes de nada me gustaría agradecerle a Meiga Ediciones permitirme reseñar esta novela y sobre todo a Emma Maldonado por haberla escrito.

La historia; nos presenta a Alma, la protagonista de esta historia, una jovencita de 15 años a la que sus padres le han fastidiado las vacaciones haciéndole pasar un mes con ellos en un bungaló cerca de la playa. Cualquiera estaría orgulloso de sus vacaciones, bien merecidas, pero ella no quiere estar ahí.

Todo cambia cuando conoce a Aimé un surfero; más o menos de su edad que se siente tan solo como ella, porque en el pueblo casi no hay gente joven. Al principio a Alma le parece un poco extraño y no quiere hacerle caso, ella solo quiere volver a la ciudad para estar con César pero puede que todo cambie en muy poco tiempo.

La estructura es la siguiente, está dividido en dos partes. La primera parte cuenta con treinta capítulos de extensión corta y un epílogo; y la segunda parte "La princesa de arena" tiene once capítulos y un epílogo. La historia en sí está en la primera parte de la obra y la segunda es una ampliación de la leyenda que aparece en el libro. 

La narración es en primera persona, narra Alma, la protagonista de la historia. Ya he dicho muchas veces que esta narración es mi favorita porque hace que me meta de lleno en la historia y que sea yo quien la esté viviendo junto la protagonista.

El lenguaje es sencillo y sobre todo ágil, porque pasas las páginas sin darte cuenta. No da demasiados detalles y todo es muy fluido.

De entre los personajes están Alma y Aimé que son los grandes protagonistas de esta historia tan veraniega, divertida y entretenida.

Alma es una chica de ciudad que al principio solo se lamenta de las vacaciones que sus padres han escogido para ella. Pero en los pueblos pequeños siempre hay muchas sorpresas y le esperan unas cuantas. ¿Quién le iba a decir que sería la princesa de arena y sal? Jajaja

Aimé es un chico deportista, al que le gusta mucho el surf. Es risueño y muy feliz. Sus padres se dedican a la artesanía y son algo mayores. Él disfruta de las olas. Aimé en francés significa "amada" y desde el principio sentí curiosidad pensando por qué la autora le habría puesto este nombre y en el momento en el que cuenta la leyenda, empieza a tener sentido.

Él está muy solo y solo quiere su compañía. Casi no hay jóvenes en San José y la soledad para un chico de dieciocho años no es muy buena. La lleva de turismo y la invita a hacer surf. Incluso le cuenta una leyenda sobre un "lugar maldito" del pueblo que hace que la historia en sí sea aún más interesante. La Aldea sin Nombre y la Cueva de los Amantes darán mucho que hablar a lo largo del libro. 

Los padres de Alma quieren que se divierta, por eso la dejan a su aire. Es verdad, que no dejan de organizar salidas familiares pero a Alma le da igual tanto ir como no; porque ellos también tienen derecho de disfrutar de su verano.

Hay momentos en los que se avergüenza un poco de ellos porque disfrutan al máximo su tiempo juntos y no dejan de besarse y eso a Alma le molesta un poco. Y no logra entender por qué le resulta tan fácil relacionarse con Aimé e incluso hacer bromas.

Los amigos que Alma ha dejado en la ciudad y con los que le es imposible comunicarse con ellos porque casi no tiene cobertura en el teléfono y cuando se conecta nunca hay nadie conectado. Por lo que su "contacto a distancia" es complicado.

Mi valoración final es positiva porque lo he disfrutado mucho. Al principio puede parecer una historia muy cliché en la que una joven de quince años no deja de quejarse porque ha dejado a sus amigos en la ciudad pero el personaje de Aimé hace que la historia sea más interesante. Lo que más me ha gustado de la historia es que no se centra solo en el romance y aunque sea un continuo "Quiero estar contigo pero no puedo" la leyenda es lo más especial del libro. Alma tiene miedo y transmite el miedo y sus dudas al lector. Otra cosa que me ha gustado es la conexión entre los personajes porque son reales y fáciles de entender. Aún así, me hubiera gustado conocer más a Aimé, porque se explica muy poco de él y también es el protagonista. Es una historia muy divertida y sobre todo veraniega para disfrutar tirado en la toalla en la playa o en la piscina. Además es una historia para creer en el destino.

Mi puntuación del libro es de cuatro estrellas.

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