En un apacible valle gallego, lleno de silencios y suspicacias, se desarrolla un triángulo amoroso que, poco a poco, irá difuminando los límites entre la pasión y la locura.

Luis es un eterno opositor a judicatura que decide aislarse en este entorno rural para preparar el examen definitivo. Allí conocerá a Carmen, fisioterapeuta, de la que se enamora al poco tiempo, y a Laura, dedicada a restaurar las pinturas románicas de la ermita y con quien establece una amistad muy especial.

Pero las cosas no son siempre lo que parecen, y el lector se verá pronto arrastrado a una extraña espiral en la que todos guardan secretos sobre su pasado. 

Antes de empezar me gustaría agradecer a Edición Anticipada el envío del ejemplar para reseñar. ¡Me dio tiempo a escoger el libro por los pelos, eso sí! En cuanto leí la sinopsis sabía que era para mí porque la vida del opositor es la mía. Muchas veces no sé ni como soy capaz de escribir un par de entradas a la semana. 

La historia en sí trata de un retiro a un pueblo del norte, un trío sentimental, la búsqueda de una plaza laboral y ... ¿misterio? sí, con una línea extrañamente ondulante entre lo que es real ¡o se supone que es real! y lo que no lo es tanto hasta el punto de llegar a confundirnos. 

La estructura del libro es de lo más normal. Son muy breves. En concreto, está dividido en seis partes con veintinueve capítulos y un epílogo. 

La narración es en primera persona y el autor se para demasiado en describir lo que hay alrededor y sus sentimientos. 

El lenguaje es sencillo y directo y cabe añadir que está ambientada en mi terriña en Galicia. Habla de un pueblo gallego, Ramil que refleja la típica aldea de Galicia. 

De entre los personajes destaca el protagonista Luis es un hombre adulto que prepara una oposición para Juez. Es muy cerrado, solitario y un poco aburrido. 

Por otro lado están las otras dos esquinas del triángulo amoroso que son Carmen, al enfermera del pueblo. Una mujer más o menos de su edad. Y Laura, una chica un poco más joven que se dedica a restaurar los Santos de la iglesia.
Mi valoración final es la siguiente. Por momentos se me hizo un poco pesado. Pero ¡Tenéis que entenderme! Es como si viera una parte de mi vida reflejada en un libro. Como el protagonista estoy preparando una oposición y leer este libro en verano. No fue una buena decisión. Porque me costó mucho leerlo. Lo mejor del libro es el extraño triángulo amoroso que surge. Y lo sorprendente es cómo el autor ha tratado una trama tan simple como la lucha por una plaza.