Título: Si me ladras…te muerdo 

Autora: Verónica Valenzuela 

Editorial: Kiwi 

Número de páginas: 368 

Fecha de publicación: 17/09/2018 

Género: Chick-Lit, Romántica 

Precio: 17,90€ 

¿Qué pasaría si alguien que no esperas, sellara tu destino amoroso? ¿Y si ese alguien fuera un perro callejero que escondiera un increíble secreto?

Aitor es un profesor de arte que se queda en paro por los recortes en la Universidad de Madrid donde da clases. 

Con un cuerpo de infarto y una inteligencia por encima de la media, probará suerte en trabajos desastrosos, hasta que encuentra la horma de su zapato en una oferta que no puede rechazar. Solo hay un inconveniente: odia a los sevillanos y a los perros. 

Rio es una veterinaria competente y rebelde, que pertenece a la aristocracia, a la que detesta. Cuando su padre contrata al hombre más horrible del planeta como restaurador y asesor de su colección de arte, con un carácter cabezota de mil demonios y el aspecto de un dios vikingo, los esquemas de la chica se harán mil pedazos.

Juntos, la química y algo más, saltarán a la palestra. ¿Podrán hacerle frente? 

Antes de nada me gustaría agradecerle a Ediciones Kiwi el envío del ejemplar para reseñar, porque me ha gustado bastante. 

La historia es la de Aitor y Rio desde el punto de vista de un perro. ¡Sí, como lo léeis! ¡Un perro! Aitor, un hombre que roza los cuarenta y que trabaja como profesor de arte en una universidad de Madrid, aunque será despedido junto con sus dos mejores amigos a causa de los recortes de educación. A partir de ahí, se tendrá que buscar la vida en trabajos que lo llevarán por el camino de la amargura y que irán de mal a peor hasta que su padre le consigue trabajo como restaurador de cuadros. Para eso tendrá que dejar su vida en Madrid y viajar hasta Sevilla. Aitor es una persona trabajadora, educada, sentimental, un tanto romántica y sin duda, muy especial. 

Río es hija de un gran conde de Sevilla aunque la verdad es que pasa de la fortuna que su padre tiene, refugiándose en la clínica veterinaria que creó junto con sus tres mejores amigas. Río es una enamorada de los animales, sobre todo de los perros ya que tiene unos cuantos. La relación con su padre se truncó hace cinco años cuando este, tras un grave suceso, se puso de un lado que no era el de ella. Es una persona rebelde, decidida, extrovertida, pero que además, tiene bastantes cicatrices y secretos que no quiere que salgan a la luz. 

Ambos se conocen cuando Aitor entra a trabajar en la casa del conde, el padre de Río. Su primer encuentro no es el más deseado ya que os perros de Río se lanzan sobre Aitor, consiguiendo que este los llame de todo menos bonitos jajajaj. Como suele pasar, no todo empieza bien ya desde un principio.

Y el perrito, se llama Tobi y Aitor es quien lo encuentra un día y se lo lleva para ayudarle. Cabe añadir que a Aitor no le gustan mucho los animales pero Tobi parece que lo quiere como su dueño... 

La estructura es la siguiente está dividido en capítulos. Son un total de dieciséis y un epílogo. 

La narración es lo más divertido de la novela. Porque nuestro narrador es Tobi, un perrito que encuentra Aitor cuando unos hombres lo estaban maltratando. 

El lenguaje es actual aunque se vea la distinción entre la aristocracia y el resto de la población. Pero es que...  ¡Imaginároslo! ¡La narra un perro! 

De entre los personajes, los protagonistas son Aitor y Río. 

Aitor es atento y sencillo y Río una mujer luchadora y valiente. Tienen una gran evolución que muchas veces no se aprecia en los libros románticos. 

Además de ellos dos tenemos al padre de Aitor que es fraile. Luego está el Conde Cristóbal. Eugenio, Blanca y Roble los trabajadores de la casa del Conde. Y por último las mejores amigas de Rio, Lola, Patri y Mariajo. 

Mi valoración final es la siguiente, es una novela muy divertida. Y el hecho de que esté narrado por un perro aun la hace todavía más divertida. Tiene grandes personajes y una trama muy original y divertida. La pluma de la autora es envidiable.

Y mi puntuación es de cuatro estrellas.