La historia trata de dos hermanas y una de ellas, Basha está celosa de la otra, Alida, porque es la mayor, es el centro de atención y es quien va a heredar el trono de Azahala. Además es una persona muy egocéntrica que solo piensa en sí misma y busca su satisfacción personal sin importar a quien pise por el camino. Así es como visita a Zima, una bruja del Reino y le ruega deshacerse de Alida.

La estructura del libro es diferente a lo que estoy acostumbrada porque es una historia lineal que no está dividida ni en capítulos ni en partes. Cuenta toda la historia de forma continua.

La narración es en tercera persona, porque está narrado como si se tratara de un cuento; porque en cierto modo me ha recordado a los cuentos de Perrault, Andersen o los hermanos Grimm. Podría ser uno de ellos perfectamente.

El lenguaje es simple, porque es como si se tratara de un cuento.

De entre los personajes además de las dos hermanas están el rey y la reina. Y tengo que decir que el padre adoraba más a Alida y la madre a Basha y eso no me ha gustado. Porque pudo ser el desencadenante para que Basha tomara la decisión que tomó. Hay muchos más personajes, aparte de Zima, la bruja la encargada de concederle los deseos a Basha pero que por otro lado la castiga. También están los pretendientes que aparecen por palacio a conocer a Alida de los que Basha se siente muy celosa.

Mi valoración final es simple, porque me ha gustado el personaje de Basha porque representa hasta dónde pueden llegar la envidia y los celos. La historia en sí es muy bonita y ofrece una lección al lector. Todo esto unido a la magia hace del libro algo único. Es un libro muy corto que se lee en un suspiro. 

Mi puntuación es de cuatro estrellas.