Ayane Nagai es agente federal en los Estados Unidos y esposa fiel de un marido que la venera, pero, ante todo, es una mujer con ambiciones profesionales y deseos que la asfixian. Cuando la destinan a una misión encubierta y cargada de erotismo, acepta que dos de sus naturalezas no podrán coexistir durante un tiempo y se propone cumplir con su deber con la esperanza de volver cubierta de gloria.
Pero no contempla que el riesgo último de la operación no es la muerte. Hay destinos considerablemente peores, y el suyo es un hombre de ojos azules cuyos secretos lograrían destruirla. Y aunque la experiencia sexual la reconectará con un lado morboso y salvaje que creyó superado, si no muerto, el camino hacia él la llevará a lugares de los que nadie puede regresar ileso.
Ni siquiera ella.
El libro es la última entrega y el final de Clandestino. En esta ocasión vemos a un Black Russian más humano a una Ayane Nagai que tiene que enfrentarse a sus progenitores. Así, en resumen decir que con Clandestino Eleanor Rigby ha superado el mundo BDSM que empezó con Furtivo. Esta novela es dura de leer, porque no es nada fácil estar en los zapatos de ambos protagonistas. Es una montaña rusa de emociones. Y una vez más, Eleanor se supera a sí misma. Me ha encantado.
¡Os dejo mis redes sociales!
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