Ayane Nagai es agente federal en los Estados Unidos y esposa fiel de un marido que la venera, pero, ante todo, es una mujer con ambiciones profesionales y deseos que la asfixian. Cuando la destinan a una misión encubierta y cargada de erotismo, acepta que dos de sus naturalezas no podrán coexistir durante un tiempo y se propone cumplir con su deber con la esperanza de volver cubierta de gloria.
Pero no contempla que el riesgo último de la operación no es la muerte. Hay destinos considerablemente peores, y el suyo es un hombre de ojos azules cuyos secretos lograrían destruirla. Y aunque la experiencia sexual la reconectará con un lado morboso y salvaje que creyó superado, si no muerto, el camino hacia él la llevará a lugares de los que nadie puede regresar ileso.
Ni siquiera ella.
En esta segunda entrega, Ayane tiene que seguir sobreviviendo en Koh Phangan.
Conocerá a Black Russian, además de que los lectores nos reencontramos con viejos conocidos como: Rob Roy, entre otros.
Black Russian es el pecado hecho es muy guapo,
tanto que parece de mentira y, aun así, posee ese aire de tristeza fría que le humaniza. Lo justo para que no se te olvide que es de carne y hueso, porque es inalcanzable.
Y cuando terminas el volumen, quieres seguir leyendo MÁS y MÁS.
¡Os dejo mis redes sociales!
Hola, aunque que sea una saga de muchos libros me echa un poco para atrás, me ha llamado la atención. Me lo voy a apuntar (de momento el primero), para poder hacerle un huequito.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias :)
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