Reseña: Princesa de agua de Elena Teba

Título: Princesa de agua

Autora: Elena Teba

Colección: Crónicas de Ildril I

Autopublicado

Nº de páginas: 447

Género: Fantasía juvenil

Precio: 2,99€ (digital) y 18,99€ (papel)            COMPRAR

Lidia odia que sus padres la hayan obligado a cambiar el centro de Madrid por una aldea en la montaña en medio de ninguna parte, donde todo el mundo se conoce y en la que tendrá que compartir clase con Kike, el chico al que besó cuando tenían once años y al que ha estado evitando desde entonces.

Por si fuera poco, también se las tendrá que ver con Marta, la novia de Kike, y las arpías de sus amigas, que la odian a muerte sin motivo aparente y que no dudan en recordarle que fue abandonada por su madre biológica nada más nacer.

Madre en la que no ha pensado mucho hasta que llega a Ildril por casualidad y descubre que pertenece a la realeza y que su madre no tuvo más remedio que exiliarla al mundo humano para salvarla de la Guerra Oscura.

Lidia tendrá entonces que elegir: el mundo y el título que le pertenecen por derecho de nacimiento o volver a ser una plebeya junto a esos ojos castaños de largas pestañas que quieren todas las noches con ella.

Cuando el corazón entra en conflicto con el deber… ¿qué escogerías?

La historia de este libro nos presenta a Lidia una joven que se ve obligada por su padre a abandonar MADRID e irse a vivir al campo, es decir, al pueblo. En Gañanlandia como lo llama ella está a punto de cambiar su vida de forma radical. Echa de menos a sus amigas, el starbucks, el cine, etc. Y se siente muy sola. Pero, de casualidad llega a Ildril. Allí vive su madre que no tuvo más remedio que exiliarla al mundo humano para salvarla de la Guerra Oscura. Ahí es cuándo realmente empieza la aventura. Lidia deberá escoger entre quedarse en el reino y con el título que le pertenece por nacimiento o regresar y ser una plebeya. ¿Qué escogerá?

La estructura es la siguiente. Son un total de cuarenta y dos capítulos de extensión entre media y corta, porque se leen muy rápido. 

La narración es en primera persona es Lidia la voz narrativa de toda la historia. 

El lenguaje es propio de una novela juvenil. Sobre todo al inicio de la novela. A medida que avanza va siendo más culta por el reino de Ildril. 

Los personajes es la protagonista:

Lidia es una jovencita que se ve obligada por su padre a abandonar su Madrid natal para irse a vivir al pueblo: Cisneros del Valle será el pueblo escogido porque ahí residen sus abuelos. Lidia es muy gruñona, solitaria. Pero es que es una adolescente, ¿qué más le vais a pedir? Se siente sola, por eso se esconde en el cementerio y empieza a recibir notitas, pero un día el agua la engulle y.... WOW! 

Además de ella, tenemos a Kike, su amigo de Cisneros del Valle. Es quizá el mejor que tiene. Con la demás personas del pueblo no se lleva bien. Por otro lado, están sus amigas de Madrid. Su padre, su hermanito y lo que descubre en Ildril, su otra familia. Destacar a Madiel, me ha parecido el personaje con más evolución de todos. 

Mi valoración final:  Reconozco que no hacer spoiler de la novela es un poco complicado. Al principio va todo muy despacio y quizá demasiado introductorio, pero también necesario. Conocemos a Lidia una adolescente enfadada por irse a vivir al pueblo: Gañanlandia, cono ella lo apoda. La novela me ha empezado a gustar más cuando da un giro inesperado y de repente estamos en un mundo de fantasía: Ildril o mejor dicho en Hydra. Es ahí cuando he empezado a disfrutar más de la novela, es la realidad. Es un libro muy intriductorio que te deja con ganas de saber qué va a pasar en el siguiente volumen. Lo he leído con @embajadoresdelibros y lo he disfrutado un montón, tanto, que me he saltado todas las tandas. 

Mi puntuación es de cuatro estrellas sobre cinco.

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