Dichosos fantasmas que se empeñan en volver una y otra vez.
Después de diez años sin saber nada de él, ha vuelto. Sam. El chico de las estrellas y la sonrisa bonita. No pensé que volvería a verlo después de marcharse sin decir adiós cuando éramos unos niños, pero aquí está: dispuesto a todo con tal de meterse en mi vida de nuevo. Todavía no sé si quiero permitírselo o no.
Aunque Sam cada vez es más insistente y, cada día que pasa, se gana un trocito más de mí, no es la única preocupación que ronda mi mente. La situación en casa es cada vez más insostenible y Lucas, mi hermano pequeño, y yo no vemos la hora de salir de ese infierno. Siento que caminamos sobre una cuerda floja que no para de hacerse más estrecha a medida que pasan los minutos.
No somos capaces de ver el abismo hasta que nos precipitamos hacia el vacío.
La historia de este libro nos presenta a Marta y a Sam. El primer libro tenía otros personajes y otra historia y esta no tiene nada que ver. Eso es lo primero que debe quedar claro. Tras leer el prólogo, te quedas pensando qué va a ocurrir, ¿qué es lo que le ha ocurrido en el pasado? Marta y Sam son buenos amigos, o por lo menos lo eran antes de que él se fuera tan lejos. Marta esconde un secreto que nadie conoce, Sam regresará para poner su mundo patas arriba. Un friends to lovers, muy bien hecho. Porque todo se basa en la confianza. Es una historia corta, amena e intensa. Me ha durado dos días.
La estructura es la siguiente son un total de dieciséis capítulos y un epílogo.
La narración es en primera persona. Es Marta quien nos cuenta la historia. Me ha encantado cuando ven las estrellas.
El lenguaje es perfecto, la pluma de Irene es increíble. Llena de sensibilidad.
Los personajes son los protagonistas:
Marta era una chica que tenía un vecino que era su mejor amigo: Sam. Su padre Jack era como un tío para ella. Su vida cambió 180º y tuvo que despedirse de su amigo. Pero, por el camino conoció a Eva y a Sara.
Sam era el chico de la habitación de al lado ajajaj. Vivía enfrente de Marta. Por circunstancias de la vida se tuvo que ir a la otra punta del mundo. Pero regresa a lo que fue su hogar cuando era pequeño. El problema es que se tiene que reencontrar con su amiga de la infancia y darle explicaciones.
Mi valoración final es la siguiente: El segundo libro de la serie: Sin fronteras me ha gustado bastante, pero porque la pluma de Irene es exquisita. El ritmo de lectura es muy ágil. Por un lado, tenemos a Marta que no se enfrenta a sus demonios y a Sam que sí lo hace. Eran muy amigos y llevan muchos años sin verse. En esta historia hay más drama que en la primera. Me ha parecido una historia bonita en la que hay bastante drama. En el epílogo nos presenta a los personajes del tercer libro de la serie. Obviamente lo leeré.
Mi puntuación es de cinco estrellas sobre cinco.
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