Título: Cuando el tiempo deja de existir
Autora: Irene Romo
Serie: Tiempo 3
Ediciones: Kiwi
Nº de páginas: 352
Género: romance
Precio: 17,90€ COMPRAR
¿Quién me iba a decir que podría empezar de cero?, ¿que
tendría la oportunidad de vivir mi vida como ni siquiera me había atrevido a
imaginar? Después de años envuelta en una sombra, por fin puedo salir, ser yo
misma. Empiezo de nuevo en una ciudad lejos de mi pasado y mis fantasmas, donde
solo tengo que esforzarme por encajar, hacer amigos y ser feliz. Ese es mi
único objetivo. Y, aunque sea complicado y solitario desprenderse de los malos
recuerdos y dejar de castigarme a mí misma, ¿quién me iba a decir que lo
encontraría a él para ayudarme? ¿Quién es nadie para decirle a otra persona que
pase página?, ¿que ya es hora de dejar de martirizarse? Hace años que decidí
limitar mi existencia a una vida con un trabajo normal y rodeado de mi familia.
Sensaciones mucho más profundas no tienen cabida en mí, a menos que busque
derrumbarme de nuevo, y no puedo permitirme eso. Otra vez no. Sin embargo,
¿quién soy yo para tomar esa decisión cuando el destino ha sido tan caprichoso
de ponerla a ella en mi camino?
La historia de esta novela nos traslada de nuevo a Asturias,
aunque en este caso a Oviedo a un hospital. Donde trabajan los protagonistas.
Si en las otras dos novelas anteriores conocíamos a Enol y a Llara. ¿Qué pasaba
con el hermano mayor? Pues aquí ha llegado Bras. Si habéis leído las historias
anteriores sabréis que este libro era pura necesidad. Aquí conoceremos a Antía,
la gallega que han trasladado del hospital de Pontevedra a Oviedo y a Bras que trabaja
como informático en el hospital. Ambos tienen sus demonios, su pasado, pero el
destino los ha cruzado por alguna razón.
La estructura es la siguiente, son un total de cincuenta y
dos capítulos y un epílogo. Son capítulos cortos, no os dejéis engañar por los
números.
La narración es en primera persona, como en la mayoría de
los libros de Irene, los narradores son ambos protagonistas.
El lenguaje es precioso, tiene frases que llegan al corazón,
frases que enternecen, otras que te harán pensar. La pluma de la autora es
preciosa. Tiene frases profundas, de enmarcar. Os dejo algunas:
“Por desgracia, el tiempo y los recuerdos existen y nos
arrastran con ellos sin que podamos ponerle remedio.”
“Supongo que todos tenemos algo de lo que huir y de lo que
no podemos librarnos porque forma parte de nosotros.”
“Si hay algo peor que descubrir una verdad dolorosa es no comprenderla.
Porque tendemos a culparnos a nosotros mismos, es la única preocupación que
nuestra mente encuentra: que algo habremos hecho para que lo que sea que nos
está haciendo sufrir haya tenido lugar. Es contradictorio. Nos culpamos para encontrar
respuestas, pero eso implica echarnos más mierda encima.”
Los personajes son los dos protagonistas: Bras y Antía
Bras es el hermano mayor de Enol y Llara, asturiano de pura
cepa. Arrastra varios demonios de su pasado. Es super bromista, romántico,
intenso, sarcástico y muy reservado. Le encanta el deporte y trabaja como
informático en el hospital al que llega Antía como pediatra.
Antía, la gallega, es cariñosa, alegre, dulce, intenta
encajar y desea ser libre. Le gustan mucho los animales y ella misma es como un
animal herido. Tiene un pasado un poco tormentoso, por explicarlo de alguna
forma, y eso le da mucho miedo.
Por supuesto, nos reencontraremos con Enol y Ada, con Elsa y
Llara y con reuniones de Navidad incluídas. Todo muy idílico este regreso a Cudillero.
Mi valoración final es la siguiente: Es un libro donde la
pluma de Irene brilla. Es un regreso a Cudillero, a Bras, el hermano mayor al
que le faltaba su propia historia. Trata sobre sanar las heridas, encontrar a la
persona adecuada, dejarse de martirizar y vivir la vida. Nos narra una relación
sana, basada en el más profundo apoyo mutuo. Tiene un ritmo frenético, lleno de
incógnitas, de miedos, de secretos inconfesables y verdades increíbles. Quien
te ama no te hace sufrir y no me refiero al amor romántico, sino al amor
fraternal. Tiene el tono familiar de Nivi y aunque Nivi sea mi favorita de la
autora. Bras no se queda atrás.
Por ello, mi puntuación es de cinco estrellas sobre cinco.
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