Reseña: Navidad en Snowland de Eva M. Soler e Idoia Amo

Título: Navidad en Snowland

Autora: Eva M Soler e Idoia Amo

Autopublicada

Nº de páginas: 287

Género: romance

Precio: 2,99€ (digital) y 12,00€ (papel)     COMPRAR

Navidad, esa época del año que reúne familia y amigos, que calienta corazones y reconcilia almas…
Menos para Jessie, una experta en huir de esas reuniones: vive en la ciudad, lejos del pequeño pueblo que la vio crecer, y no tiene el menor interés en el parque temático que poseen sus padres, Snowland.
Ese lugar mágico que hace las delicias de los niños supone un quebradero de cabeza constante para Jessie, pero su madre está empeñada en que sus hijos hereden este lugar tan especial, sobre todo ahora que ella ya no puede ocuparse.
Jessie acude a pasar las vacaciones de navidad con intención de convencer a su familia de que vendan Snowland… y se ve envuelta en otros planes muy distintos.
Un lugar con encanto, una familia muy especial, amor, risas y mucho espumillón en una divertida comedia perfecta para disfrutar en navidades.

La historia nos sitúa en Snowland, un parque temático navideño, situado en Bibabick. Jessie que siempre ha sido muy despegada de su familia y se marchó a vivir fuera ya muy joven, debe regresar. Su madre está enferma y no puede ocuparse del parque quiere que lo haga ella. Al principio está muy reacia a ello, porque no quiere hacerlo. Pero, poco a poco encontrará el calor en el hogar. Me ha recordado a cómo comienzan Los Cabana de Susanna Herrero y el ambiente familiar incluido. La familia de Jessie es maravillosa. Por un lado tenemos a su madre: Aurora  que es la mamá de todos. La abuela Victoria, al marido de su madre: Vernon y a su hijo Gideon. Jessie tiene un hermano Nick que no está pasando su mejor momento con su mujer: Jade. Demasiados reencuentros y mucho cabo suelto en el parque... y algún que otra tensión no resuelta. 

La estructura es la siguiente, como ya es algo habitual en las novelas de las autoras: tienen un total de dieciséis capítulos de extensión media. 

La narración cambia en este libro. Es un narrador omnisciente quien nos ubica y recrea lo que ocurre en Snowland.

El lenguaje es directo y muy simple. Está lleno de múltiples referencias a la navidad, ya sea en forma de reuniones familiares, la cena desastrosa o las fiestas de fin de año de los gemelos: Larry y Barry primos de la familia: Snowland.

Los personajes son varios. Ya los he mencionado antes, aunque los grandes protagonistas son: Jessie y Gideon

Jessie no quiere saber nada de Snowland, el parque de su familia ni de su familia en sí. Pero su madre la necesita. Ella que es al jefa del Wallmart en Des Moines y adora su vida allí. Regresar a casa no entraba en sus planes, pero debe hacerlo porque su madre está enferma. Allí se reencontrará con Gideon, el hijo del marido de madre y se dará cuenta de que ni su amiga de la infancia, quiere saber nada de ella. 

Gideon quiere que Jessie se quede. Sabe que él solo con la ayuda de su padre no es capaz de llevar Snowland, por ello no parará hasta conseguir que Jessie se quede. Gideon está encantado en la vida en el pueblo. Será la voz de la conciencia que no quiere escuchar. 

Mi valoración final es la siguiente: Desempolva el turrón y los polvorones que hemos encontrado la historia navideña ideal. Un regreso a casa como el Almendro, unas navidades en familia que le recordará a Jessie el por qué está allí. Rupturas que la magia de Navidad podría ayudar. Unos gemelos que solo quieren fiesta y travesuras. La abuela Victoria que nos hará reir y la gran madre que los unirá. También hay segundos intentos, amores imposibles tanto fraternales como románticos y mucha navidad y no solo en Snowland porque cantar villancicos navideños en la iglesia es de muy peli americana. 

Mi puntuación es de cuatro estrellas sobre cinco. 

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