Teníamos todo planeado, las maletas hechas aunque en realidad era un par de mochilas con la poca ropa que teníamos y los relojes que Walter nos había regalado por Navidad. Walter era nuestro abuelo, no era nuestro abuelo de verdad pero todos los niños del orfanato nos dirigíamos a él como abuelo. Era un hombre mayor que siempre se preocupaba por nosotros, puesto que, nos traía de comer y regalos para todos cuando podía. Todos le queríamos mucho y él nos adoraba a todos y a cada uno de nosotros.
La hora de cenar había llegado y Leo y yo habíamos dejado las mochilas listas para nuestra escapada guardadas en nuestro armario escondidas entre la ropa. Fuimos a sentarnos en nuestro sitio de siempre con Peter, Gemma, Kyle y Olivia.
- Hoy ha venido una familia y ha pasado conmigo todo el día. -dijo Gemma, se notaba en su voz que tenía esperanzas de irse con ellos.
- ¿Crees que te llevarán con ellos? - le pregunté.
- ¡Claro! - dijo ansiosa -.No soy como tú y le caigo bien a los que vienen a vernos. Es mi oportunidad de irme y no la voy a desaprovechar.
- No le hagas caso Gemma. - dijo Olivia - Está enfadado porque nadie se interesa por él por el carácter que tiene.
- ¡Eso no es verdad! No estoy enfadado, sólo digo la verdad. ¿Es que no lo veis? - pregunté alzando la voz, no era consciente del tono que había empleado hasta que una de las profesoras me llevó a mi cuarto castigado. Tirando de mí por el brazo, como si estuviera arrastrando a un perro. Antes de irme miré a Leo transmitiéndole calma, puesto que, fuera como fuese nos íbamos a ir de allí de una vez por todas.
Estaba harto de meterme en líos, harto de pelearme con todos porque no compartíamos la misma opinión. Estaba harto de las profesoras, de las cuidadoras, de la mierda de visitas que ninguna de ellas me sacaba de este sitio espantoso y sobre todo harto de estar aquí.
Me fui a mi cuarto obligado pero me tumbé sobre la cama y me puse a estudiar el plano. Me habían castigado sin cena pero me importaba una mierda ya conseguiría algo para comer fuera cuándo saliera del infierno en dónde me hallaba. <<"¿Por qué mis estúpidos padres me habían dejado allí? ¿Es que acaso no tenía una abuela o algún primo lejano que pudiera hacerse cargo de mí?">> No debía de tener a nadie, sino no estaba allí.
Las horas pasaban muy lento, tumbado sobre esa horrorosa cama pero mi subconsciente no dejaba de repetirme una y otra vez el plano del orfanato. Tenía todas las salidas estudiadas y nada podía salir mal.
¿Os ha gustado?
Os dejo mis redes sociales en donde podéis poneros en contacto conmigo siempre que queráis.
Y a la derecha en el botón naranja tenéis un enlace directo a mi muro de WATTPAD
No hay comentarios:
Publicar un comentario